La semilla del rencor

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El silencio se apodero del salón mientras Asuna esperaba su final ante el Alicornio

-adelante hágalo –dijo valientemente – mi padre no podrá hacer nada contra usted, esta ha sido mi decisión –miro a los guardias que se habían congregado, entre ellos a los tenientes y oficiales – ¡soldados, en este momento ofrece mi vida a Aragorn Sírvanle bien, que el cuidara de Lauren en mi nombre!

-¿Qué te hace pensar que tu padre no se vengara? –Exclamo Faramir –no creas que con solo tu palabra no nos hará nada

-con la guardia como testigo, yo Asuna he asumido el sacrificio que voy a dar, defiendan a Lauren con valor y siguán a Aragorn por esta encrucijada, como mi última voluntad –un leve silencio se dio en el ambiente –Si, y las tropas lucharán por ti, Si, su esperanza resistirá la oscuridad, Si, la misión llegará a su fin, Si, tu sueño con clamor se pagará

-¡mi niña! – Se escuchó un terrible grito seguido del ama de llaves que se interponía entre Aragorn y Asuna – ¿Qué hace mi niña? Suelte ese cuchillo–pero la princesa solo avanzo pasando a un lado de su nana que la trato de jalar de su vestido – mi niña no, no lo haga

-lo siento nana –giro su cara por un instante antes de volver a encarar al Alicornio –Alicornio, te entrego mi vida si con ello proteges a mi pueblo, por ellos estoy dispuesta sacrificarme sin temor, sabiendo que usted los protegerá –Aragorn llegó a ella, y alzando la pesuña tomo el mango de la daga provocando que avanzara un poco picando superficialmente a la princesa, que pego un ligero gemido al sentir el filo atravesar su carne –cuide mi hogar, defienda a Lauren de los hombres –cero los ojos dejando de ejercer su magia sobre el arma que se mantuvo firme por la pesuña de Aragorn –¡solo hágalo!

-Aragorn…no –Celestia pudo notar como Aragorn sostenía la daga, tomando impulso aparto a Faramir y salió corriendo, pero solo alcanzo a ver en cámara lenta como la daga bajaba en cámara lenta, tanto Celestia y Candace cerraron los ojos aterradas, Candace cubrió con su ala los ojos de Serena

-pero…– Asuna exclamo al no sentir nada, abrió los ojos solo para ver a Aragorn pasarla de lado y al resto asombrados y aliviados, vio en la dirección que todos apuntaban, ahí en el suelo a los pies de la princesa estaba la daga clavada – ¿Cómo…?

-¡mi niña! –Grito miss Silverware arrojándose a la princesa aun conmocionada –oh mi niña, nunca lo vuelva a hacer –la regaño sin prestar atención a Aragorn que exclamo a la princesa abrazada

-no soy lo que piensan todos ustedes –continuo caminado sin prestar atención a los guardias que solo bajaron sus armas y lo dejaban pasar –vámonos…. –sorpresivamente es derribado por Celestia en un intento por abrazarlo, ambos al caer rodaron quedando en una pose algo comprometedora –Celestia…

-si…

-creo que…

-dime…

-creo que deberíamos levantarlos –salió de sus éxtasis, reconociendo el espectáculo que estaban haciendo, y para colmo, Candace de quien sabe dónde saco una cámara instantánea y con ella asco una foto que guardo entre sus cabellos, ante una Celestia que junto con Aragorn no podían con sus caras de vergüenza

-Candace ¡dame esa foto! –Reclamo con histeria y temor tratando de levantarse pero solo logro volverse a caer sobre Aragorn –discúlpame –se reincorporo

-no te preocupes –igualmente se levantó –supongo que a partir de ahora debo acostumbrarme a eso –se volvieron a sonrojar

-haha...haha –tosió Faramir llamando la atención del resto, Aragorn estaba tan absorto en su vergonzoso acto que no notaron Asuna suspirando aliviada, y Celestia le guiñaba el ojo –supongo que podremos volver a desayunar –el Alicornio asintió caminado hacia Asuna que aún era abrazada por su nana

-princesa Asuna, no me pida razón alguna –exclamo volviéndose hacia Celestia susurrándole al oído – espero no arrepentirme de esto, y…. – no termino la oración ya que repentinamente se quedó mirando a un punto detrás de sus amigos –…tu…

-hola Aragorn –exclamo una voz, haciendo girar a todos y causando temor en la princesa, apareciendo por el pasillo detrás de ellos venia Gandalf y dos guardias acompañando al pony rojo, el cual llevaba su distintiva corona y un manto purpura de imperial señor –has crecido mucho desde la última vez que te vi

-tu… – sin esperar más aparto al resto desenvainando su espada, caminado tranquilamente hacia el rey, los guardias e interpusieron apuntando sus lanzas – ¡deja de esconderte en esos inútiles! –Celestia trato de detenerlo, pero Faramir la detuvo, a su vez la princesa Asuna era sujetada por su nana

-déjalo Celestia –expreso con fuerza –esto es algo entre ellos, es mejor que lo resuelvan de una vez –eso ultimo lo dijo en voz alta dejándose escuchar por Asuna que antes forcejeaba por zafarse, al escucharlo detuvo su intento mirando temerosa la escena que estaba por suscitarse

-guardias, déjenlo pasar –exclamo el rey a los dos ponys que tenía al frente, estos aun dudando se apartaron del camino de Aragorn –Aragorn, no quiero pelear contigo, por favor déjame hablar contigo

-es una lástima –respondió – ¡porque yo si quiero! – lanzo una estocada hacia el pony que la esquivo sacando su espada – ¡maldito infeliz, tú la condenaste, tú la mataste, y todavía tiene el descaro de pedirme que hablemos! –Gritaba con cada golpe que daba y era recibido por la espada del rival – ¡cinco días, cinco malditos días agonizo! –por fin dejo salir su ira contenida en todos los años pasados

-me….duele como….no te imaginas – sintiendo la presión de cada golpe –no hay día…..en que no rezara por ella,….tienes que entender….no teína otra opción

-¡desgraciado unicornio, no me mientas descarado y maldito, pobre escusa de rey! –el pony apenas si podía con las estoadas, siendo obligado a retroceder con daca una de ellas – ¡no sé de qué lugar sacaste al trio de bastardos que llamas hijos!

-por favor escúchame…es lo único que te pido –el pony ya estaba cansándose por la pelea, mientras Aragorn continuaba frenéticamente, pero sin perder su concentración –déjame explicarte…

-¡pedir….sabes cuantas veces mi madre pidió al cielo! –Con un último golpe el pony perdió el equilibrio siendo aventado a una de las paredes del pasillo con un golpe ensordecedor, el Rey termino tirado – ¡¿sabes cuantas veces?! –Trato de retomar su espada, pero Aragorn fue más rápido apartándola con una patada, para después colocar el filo de su espada en el cuello del unicornio, y conteniendo la rabia exclamo – ¿sabes cuantas veces? Miles, tan sencillo como ver el día pasar en los lujosos salones de tu palacio

-Aragorn…– exclamo el vencido con resignación y agotamiento –espera… por favor –pero no lo escucho coloco su otra pesuña en el mango, listo a presionar en el cuello, la alzo tomando impulso para dejarla caer, pero cuando apunto estaba pocos milímetros de calvarla abruptamente se detuvo, Aragorn miro a la causa,

-Aragorn… –Celestia estaba ahí parada con lágrimas en sus bellos ojos, casi arrodillada lo miraba con tristeza y dolor –no lo hagas, te lo suplico, no lo hagas –a su alrededor los guardias ya lo tenían rodeado, y solo eran detenidos de prestar ayuda a su rey por la pesuña de Gandalf

-Celestia… – aun sosteniendo aun la espada y sin atreverse a dejar de mirar al pony –te lo suplico, no me quites esto, no me impidas terminar de una vez con este miserable mentiroso y cobarde –respiraba pesadamente ansioso por terminar –déjame cumplir con mi promesa, déjame matarlo de una vez, para continuar mi camino

-recuerda, si lo haces no será diferente a lo, que él, a lo que todos piensan que somos

-que piensen eso si desean, yo sé quién soy y con ello me sentiré satisfecho –volvió a alzar la espada, siendo detenida por el aura mágica de Celestia – ¡suéltalo Celestia, debo terminar con esto!

-cuando lo mates ¿Qué harás después? ¿De quién te vengaras ahora? –se acero lentamente, y con su pesuña tomo las pesuñas de Aragorn –aun puedes ser mejor que él, perdonándolo –Aragorn cerró los ojos apartando la espada con furia contenida, solo para darse la media vuelta y caminar hacia el resto, a la vez que Celestia lo cubría con su ala –hiciste bien

-Celestia vámonos, por favor, antes de me arrepienta –mantuvo los ojos cerrados dejándose guía por Serena que la tomo la pesuña, pero se detuvieron cuando los guardias los rodearon listos a atravesarlos con las lanzas, solo para levantarlas y dejarles paso hacia la salida

-¡joven Aragorn! –Asuna expreso a un lado de su padre – ¡no se marche! –detuvieron su marcha solo para escuchar

-lo lamento princesa, pero creo que ahora no nos es posible cumplir con el trato, le deseo lo mejor a usted y al que llama…padre

-Aragorn espera por favor –el pony se levantó con dificultad –tun madre te enseño bien, todavía recuerdo que nunca logre vencerla en la esgrima –pero Aragorn solos se detuvo sin voltear –merezco tu odio, lo afirmo

-si lo mereces, les mentiste sobre su madre ¿en qué más les habrás mentido?

-padre ¿de qué está hablando, que mentira? –el pony miro a Gandalf y Silverware que asintieron confundiendo aún más a la princesa – ¿Qué me están ocultando? ¡Díganmelo de una vez! –Pero fue el silencio su respuesta –Aragorn… ¿Qué me están ocultando?

-tu origen –expreso Aragorn sin emoción alguna, ella miro a su padre que suspiro

-hija, es tiempo que sepas algo – alzo la voz –todos, y me refiero a ti….hijo…. –exclamo sin importarle que los guardias lo escucharan, Asuna miro a Aragorn y a su padre, sin entender nada –pero no aquí, vamos a un lugar más privado

-será con mis amigos, y mi novia… ¿yo dije eso ultimo? – Todos asintieron dejándolo a él y a Celestia con un leve sonrojo, pero la tención volvió cuando el rey comenzó a caminar hacia el interior del castillo –espero por tu bien que valga la pena, Arathorn hijo de Arador –pero el pony no les hiso caso y continuo su andar hasta llegar a la sala del trono

-guardias retírense –dio la orden con clama pero firme, al instante se retiraron no sin mostrar desconfianza y amenazar a los alicornios con la mirada, el pony rojo se sentó en el trono lentamente a la vez que suspiraba, Gandalf se coloca a su lado derecho –nunca pensé, ni en mis peores pesadilla que este día llegaría, pero veo que no puedo contra el destino

-¡dilo de una vez anciano para que podamos irnos!

-no tengo derecho a pedirte respeto –bajo la cabeza –es el precio que tengo que pagar por mi pecado –alzo al mirada a su hija que no entendía nada –Asuna, hay algo que debí decirte hace mucho tiempo, y de lo cual espera jamás tener que revélate,

-no entiendo nada –pidió la princesa – ¿qué es todo este secreto? –miss Silverware la coloco su pesuña en el hombro sabiendo lo que venia para su pequeña dama, pero tajantemente el Alicornio expreso con total desprecio hacia la princesa y el rey

-lo que intenta decirte princesa –con rencor –es que toda tu vida ha sido una vil mentira, la yegua a la que tan tiernamente llamas madre, no ese tuya… es la mía –miro a la princesa que por las palabras no artículo ninguna oración – después que nací este pony maldito la envió al bosque junto conmigo para que nos mataran las bestias

-pa...pá

-no sé de qué orfanato te saco a ti y a tus hermanos, eso sí son tus hermanos, y sinceramente no me importa de donde salieron, solo sé que mi madre y yo pasamos diez años escondidos como ratas, si quieres saber más pídeselo a quien tan amorosamente llamas padre –Asuna miro a Aragorn

-Mi carga me pesa, me tienta aún más, sé que mucho no podré soportar, pero siento mi destino y el fin de ésta edad.

-¡veintitrés años, y por fin te veo a la cara!

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Les informo que debido a exámenes esta semana y la próxima, no poder subir mis historias, por tal motivo he sacado algo que espero sea lo que muchos esperaban sobre la confrontación de Aragorn,

Algunos me han pedido que escriba los sucesos en Equestria desde que la princesa Celestia se tomó estas vacaciones, y si pondré algunos, pero no será del tipo de inestabilidad, o guerra, yo creo que Luna y Twilight tienen la misma capacidad para proteger al reino, además, ellas encontraron la forma de hacerles creer a todos que Celestia sigue con ellos

Detalles más adelante, y disculpen si se me escapo alguna falta de ortografía

Por favor déjenme sus reviews, que con ello me inspiro a subir más rápido, y quien sabe tal vez suba uno sorpresivo

De antemano gracias