Nuevo amanecer

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Con gran tranquilidad y austeridad el astro rey surcaba el cielo despertando y alejando a la noche, acariciando con su calor la hierba fresca y despertando a todos de su suelo placentero, en la habitación Aragorn comenzó a abrir los ojos lentamente sintiendo una pequeña presión en su pecho, al abrirlos pudo ver a Celestia tiernamente dormida abrazada a él con fuerza

-despierta dormilona – la sacudió con ligereza, viendo como la princesa solo se volvía a acomodar sin querer despertar –vamos, el sol ya salió

-cinco minutitos más…–repentinamente reacciono levantándose completamente avergonzada y sin con una respiración agitada busco la manera de bajar solo para enredarse en las cobijas volviéndose a caer en el pecho de Aragorn –oh, pero que vergüenza, discúlpame Aragorn, no quiero que esto se malinterprete

-por ello no te preocupes –respondió – de hecho ahora me pegunto ¿Por qué te conté? Pero sabes una cosa, ya me siento más clamado –pero la expresión de Celestia era triste –Celestia ¿Por qué esa mirada? – por otro lado ella estaba sin escuchar, recordando todo lo que paso con su hermana, perola sentir el toque cálido de Aragorn, giro su rostro para verlo a los ojos, ya no veía esa mirada que tantos recuerdos le trajo – ¿estás bien?

-no lo estoy –respondió con tristeza – hace mucho tiempo en mi hogar hubieron dos nobles princesas, la primera alzaba al sol trayendo calor y alegría, y la otra traía la luna, y consigo las estrellas –las lágrimas volvieron con lentitud –de la primera tan grande era su reino y tan brillante su gloria, y tan larga su sombra que termino por opacar a su hermana que amaba–le pony sin saber que lo motivaba la abrazo con su ala con fuerza – pero ella vio que no la trataban como era debido, ni tampoco el amor que merecía

-ya Celestia –consolándola

-ella vio al infelicidad e su hermana crecer, pero su celebridad, su vanidad, y dulzura ocupo por completo su mente, y esa tonta pony no hiso nada para detenerlo, hasta que vio que era ya demasiado tarde, una noche su hermana se negó a bajar al luna desatando un terrible combate, y en un acto desesperado la princesa del sol envió a su hermana a la luna

-Celestia, no entiendo tu tristeza, eso es solo una fábula, no tuviste nada que ver en ello –Celestia se cubrió en el pecho de Aragorn llorando desconsoladamente, acurrucándose más aun en el Alicornio que permanecía sin entender nada –deja salir tu dolor, ya pequeña

-cada día lo recuerdo –dijo entre sollozos –no quiero que pase de nuevo, no quiero

-¿a qué te refieres, es tu hermana, la que fue encerrada por ayudarte? –Ella solo alzo su rostro que ya mostraba las cataratas de llanto que salían de sus ojos lilas, aquellos ojos que lo hipnotizaron con la bondad que irradiaban –Celestia….no sé qué tiene que ver tu historia en tu vida –con su pesuña acaricio la pesuña de Celestia –pero sé que para ti es muy difícil hablar de ello, llora si quieres, no te preocupes que nadie más se enterara

-yo…fui…yo la encerré…yo debí ser…. ¿cómo pude? Era mi hermana –lloro por mucho tiempo al amparo de Aragorn –cada día le pido perdón, y ella me ha perdonado, pero yo no perdono

-Celestia no fue tu culpa – ya más calmada se acomodó sintiendo el toque de Aragorn – y estoy segura que ella ya te perdono, no importa que tan malo pueda ser una cosa, más vale una oveja arrepentida que mil justa

-¿dónde escuchaste eso?

-durante mis viajes –respondió –ahora es mejor que olvidemos esto y vamos a levantarnos –pero ella se mantuvo en su lugar –vamos Celestia, no me gusta verte llorar, quiero verte feliz y con una sonrisa como siempre…. ¿yo dije eso?… ¡¿yo dije eso?!

-si lo dijiste –se rio con levedad haciendo sonreír a Aragorn –ya es hora de levantarnos, sobre todo porque no llegue a dormir a mi cama

-Ni lo digas, pero en cierta forma me ayudo un poco –ambos se levantaron de la cama con una sonrisa –Además no hicimos nada,

-Aragorn ¿ya pensaste sobre lo del trato de hiciste? –este asintió –entonces….creo que mejor me voy

-te acompaño a la puerta, algo más…. –a media sala ambos se detuvieron –….gracias –fue lo que escucho de los labios del Alicornio –gracias por cuidarme, y que quede entre nosotros, porque Faramir no me dejara olvidarlo

-Ni lo digas, Candace me lo recordaría todos los días, que pase la noche con usted–ambos se rieron con alegría sin darse cuenta que sus rostros se acercaron peligrosamente–con tonterías como… –acerco más sus rostro, ambos ya estaba a escasos centímetros

-nunca me di cuenta antes pero tus ojos tiene un hermoso color lila

-tanto que los criticaste, y nunca vistes su color –respondió respirando agitada sintiendo que Aragorn la cubría con sus alas

-no me culpes, de hecho aún me desconciertan, pero ya no tanto –lentamente sus ojos se fijaron en los del otro, y para ellos la habitación se empezó a desvanecer – Celestia hay algo más que me desconcierta de ti, y eso me gusta

-¿qué? –exclamo en un suspiro

- me estoy enamorando de ti –el silencio se dio entre los dos mientras sus labios ya no podían soportar el estar separados, estaban de unirse, Pero para desgracia de ambos, Candace y Faramir entraron abruptamente asustados

-¡Aragorn! Celestia desapare… –los dos se quedaron congelados la ver la escena, dejando a los dos sin poder explicar nada –…cio… – Celestia seguía recostada en la cama siendo cubierta por las alas de Aragorn mientras interrumpían su beso, instintivamente Candace sobrio los ojos de Serena con sus alas

-creo que debimos tocar primero –Xerneas exclamo sin expresión alguna

-¡Serena, no veas! – Mientras Faramir aun procesaba lo que veía – y ustedes, les sugiero que pongan seguro a la puerta la próxima vez –los aludidos quedaron con la boca abierta y sin poder articular palabra alguna

-Candace, borra esa sonrisa –expreso separándose abruptamente al ver su sobrina que sonreía pícaramente, mientras se ruborizaba –no pasó nada de lo que piensan –pero Candace no escucho cuchicheándole con las pesuñas –Candace…

-vaya, tía Celestia, al menos avísame que pasarías la noche con Aragorn, nunca me des estos sustos –la princesa de Equestria se ruborizo a mas no poder, escondiendo su rostro entre sus alas, pero Candace le susurró al oído–y espero que me cuentes todo ¿es bueno en la cama? –Celestia opacaría a un semáforo en rojo, estando a un paso de gritarle a su sobrina

-veo que tu ala ya está bien para volar –Faramir sonrió –pero, yo solo te pedí que hablara con Aragorn, en verdad si sabes conversar –le guiño el ojo coqueto – pero que resolvieron ¿hablaron verdad?

-ya Faramir, no pasó nada entre ella y yo, y te pido que no lo menciones de nuevo –respondió Aragorn tajantemente–anoche tuve mucho que pensar, y me he dado cuenta que… – quedó en silencio junto con el resto – mi problema es con el rey, no con la princesa –suspiraron con tranquilidad

-entonces, será mejor que hables con la princesa –dijo Candace –así ella dejara de verse tan nerviosa

-¿nerviosa? –Xerneas exclamo – pude sentir cierta tensión en la joven princesa, pero no considero que sea a tal extremo de llamarlos nervios

-créeme Xerneas, está desesperada y es un manojo de nervios – Aragorn tembló un poco y camino a la salida con serenidad – no quiero hablar de ello, veré a la princesa y pensare que pedirle ahora

-espera, yo te acompaño, se mejor como dirigirme a ponys de su alcurnia – Aragorn se rio con jactanciosa alegría seguido de Celestia, pero repentinamente Aragorn agarro a Celestia pegándola contra su pecho y con rapidez le dio un beso en los labios ante los demás, Celestia se sorprendió solo unos segundos, ya que en cuanto ambos se unieron en ese beso, ella se dejó llevar sin importarle nada, ambos cerraron los ojos ampliando las sensaciones que ahora experimentaban

-wow –dijeron todos los presentes en shock

-no pude resistirme –dijo Aragorn al separase de ella después de quien sabe cuánto tiempo, ella solo se sonrojo sin prestar atención a los demás que simplemente se les quedaba viendo –vamos, después tienes que practicar con la espada

-al menos debiste decirme lo que pensabas hacer –respondió sin pensar a la vez que le daba otro beso fugas, para después darle una cachetada –eso fue por hacerlo sin mi permiso

-vamos, tenemos que hablar con la princesa antes que me arrepienta –los dos dieron una leve risitas mientras se marchaban, una vez lejos de su alcance, y posterior a un silencio que para ellos pudo durar horas y no solo segundos

-a ver, a ver ¿Qué paso anoche? –Dijo Candace ante un Faramir que no dejaba de mirar al pasillo

-la verdad no quiero saberlo –respondió –se supone que solo hablaría con él, no que… –no termino cuando recibió un golpe en la cabeza por parte de Xerneas – ¡¿qué te pasa?!

-te he de recordar que hay una pequeña ante nosotros que no debería aun conocer de tales cosas, aun – señalando a la niña que seguía escondida y somnolienta –pequeña Serena sería tan amable de acompañarme a desayunar –pero la niña no dijo nada

-¿y mi papás? –Los tres quedaron sin poder decir nada –entonces… creo que a partir de hoy seremos tú y yo prima –la pony se sonrojo fuertemente sin darse cuenta que una conversación parecida se daba entre los chicos

-así que con esa habilidad tuya pudiste ver el campamento de William a kilómetros de distancia –dijo Faramir después de escuchar lo que Xerneas vio anoche –no me paree tan descabellada, he leído sobre un hechizo que permite eso, pero es muy difícil, debiste decirme que lo conocías

-no solo eso he visto, con prontitud una caravana se acerca por los bosques, muchos de los peregrinos son jóvenes y viejos, tristes y desolados

-deben los pocos refugiados que viene a Lauren, pero ahora el bosque es muy peligroso, si no conoces las rutas puedes perderte y terminar como comida de Dragón o de hidra, será mejor ir a buscarlos

-dudo mucho que ellos lleguen a escucharte –Faramir asintió con frustración –pero ninguno conoce mi presencia, podre guiarlos por camino seguro y prontamente lo veras llegar por el horizonte –el Alicornio se detuvo dejando a Serena y Candace alejarse un poco, para ver por el balcón al bosque –puedo sentir tus dudas

-solo ten cuidado Xerneas, el bosque es muy peligroso aun para quien mejor lo conoce,

-por mi seguridad no os preocupéis, que yo y el bosque somos uno –expreso con naturalidad – puedo decirte sin embargo que la travesía será dura

-no lo dudare

-solo una pregunta más antes de esta empresa cruzar ¿por qué no estas con Aragorn en la lucha? podrías ayudar –Faramir se recargo en el barandal de piedra contemplado el día claro y soleado –puedo reconocer algo de negación en tu ser Faramir

-Xerneas, en verdad deseo pelear junto con Aragorn en esta lucha que se ah impuesto, pero lo conozco demasiado bien –suspiro –no me dejara, y la razón es sencilla, él no puede concentrarse en terminar con esto, si sabe que podríamos correr peligro,

-ustedes peligros siempre han corrido ¿Qué diferencia esta de los otros?

-que ahora no soy solo yo, también están Candace, Celestia y sobre todo Serena –se quitó del barandal –él se preocupa más por los demás que por el mismo, y eso lo ha llevado muchas veces a estar al borde de la muerte, y de hacer actos casi suicidas

-¿y e que espera de ti? que las cuide, por si él no puede regresar –Xerneas lo miro con intriga –así de simple –asintió –Faramir, al menos deberías ofrécete a ayudarlo,

-en eso tiene razón, soy su amigo y hemos pasado por mucho, no pienso abandonarlo

-ahora si me disculpas –Salto por la ventana aterrando a Faramir que se agarró al balcón para ver la Xerneas que saltaba el muro – ¡tengo mucha prisa!

-lo dije una vez y lo vuelvo a decir, tú y Aragorn se llevaran bien –se quitó del barandal – ¡los dos están igual de locos!

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Si uno avanza confiadamente en la dirección de sus sueños y deseos para llevar la vida que ha imaginado, se encontrará con un éxito inesperado. –Henry David Thoreau

-No es lo que tú tienes, sino como usas lo que tienes lo que marca la diferencia. –Zig Ziglar

-No puedes escapar de la responsabilidad de mañana evadiéndola hoy. –Abraham Lincoln

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