La voz del destino
Chapter 23
Previous Chapter Next Chapterdecisión, y oportunidad
-tu…tu…tu padre –respondió tanto sorprendida como alterada, a la vez que el semblante de Aragorn cambiaba uno de tristeza y enojo
-el que me exilio a mí, y a mi madre a lo más frio del bosque, el que esperaba que la fieras nos devoraran, el que autorizo que nos echaran a patadas si entrabamos en algún pueblo o ciudad, el que mando a que nos cazaran como perros ¡ese pony maldito y miserable es mi padre! –Por primera vez en mucho tiempo unas leves gotas saladas surgían de los ojos de Aragorn – ¡y solo por haber nacido con alas y un cuerno! ¡Yo no elegí como nacer!
-Aragorn yo…
-pero elegí como vivir –se acercó a la cama para limpiarse las pocas lágrimas que tenía, sentándose a un lado sin prestar atención a Celestia que se sentó a un lado suyo –las ultimas lagrimas que derrame fue cuando mamá murió –giro su cabeza para quedar de frente a Celestia –ahora juzga el que me regocije al escuchar de sus penurias
-yo no sé qué decir –contemplo a Aragorn mientras la luz de la luna pasada por su rostro, ante ella podía ver una imagen que solo vio una vez, ante ella veía el reflejo de la propia Nightmare Moon mientras la luz pasaba por su cabeza como su fuera un casco, pero esas facciones de furia y rencor eran diferentes, no las explosivas y engreídas, estas eran serenas y solemnes, pero también triste y melancólica, ella al ver esa visión hiso algo que no esperaba de ella, lo abrazo dejando que le llorara en su hombro –ven, deja salir las penas que escondidas tenías, llora y consuélate
-¡no me pidas olvidar mi pasado, no tiene caso! –Respondió con lentitud alejándose, pero ella insistió – no me pidas lo imposible
-no es imposible…Aragorn, olvida todo ese dolor, que no vale la pena llevarlo
-¡¿Cómo te atreves a decirme eso?! – Grito con furia levantándose de la cama – ¡dime ¿con que reemplazo lo único que hace mucho me mantenía de pie? Tu dímelo!
- he visto a muchos que consumidos por su odio terminan destruyéndose a sí mismos –se levantó siguiendo al Alicornio que tomo su cantimplora –no quiero volver a verlo, no puedo decirte que entiendo tu dolor, ni te podría mentir
-¡¿entonces?! –cerro su cantimplora tirándola hacia donde estaba el resto de sus alforjas – ¡esperas simplemente que deje a ese maldito sin castigo! Con solo verte reconozco tu ser ¡tú nunca has sentido lo que yo, vives en una estúpida fantasía de un reino, detesto bajarte de esa nube….Equestria no existe más que en tu mente! –ella no supo que responder, por un lado tenía el deseo de darle una cachetada, pero por otro no podía dejar de ver sus ojos resistiéndose a llorar – afronta la realidad
-si tantos deseos tenías por matarlo, de hacerlo sufrir, como el a ti –Aragorn se quedó callado, mirando la perseverancia en el rostro de su interrogadora – ¿Por qué no viniste a hacerlo? –solo se sentó con pesadez señalando el espejo
-velo por ti misma –se miró en el espejo al igual que en el rio, pero esta vez comprendió – cuando estaba decidido en vengarme, no me importaba si tenía que atravesar a todo el ejército de Lauren, ni siquiera si le mismo dios se interpusiera, yo llegaría ante él, para matarlo, eso era lo único que me motivaba a dar cada paso
-creo sabe que te hiso cambiar de opinión, pero quisiera que tú me lo confirmaras
-fue cuando supe de Faramir, al principio solo quería conocer a otro Alicornio para no sentirme solo, pero cuando llegue supe que sus dos padres habían muerto y él estaba a un paso de ser capturado
-desde entonces eso te ha mantenido –tomo su pesuña con cuidado – solo te pido que recuerdes que aún estamos contigo,
-es mi venganza, y solo mía, no voy arriesgarlos, si a eso te refieres….pero ahora no pienso dejar pasar esta oportunidad, aun si su hija se interpone– sostuvo el mango de su espada con fuerza –te pido que no intervengas, si algo pasa ya sabes dónde están las conservas,
-¡eso no me importa, es tu vida, eres tú el que me importas! –Grito con fuerza – te lo pido, desvanece tu odio, deja que se vaya, ayudemos a la princesa Asuna y vámonos, la venganza solo mata el alma y la envenena
-¡bien! –dijo Aragorn, admirado por la terquedad que no comprendía, y mirando con atención a Celestia –deja que empiece, son una familia de arpías, dios les ha condenado y sufrirán su sentencia, desaparecerán todos como los castillo que los potrillos hacen con naipes y que caen con un soplo,
-acaso no te importa ni la princesa, ella no tiene a culpa –pero el Alicornio se mantuvo con la expresión firme
-¿y que me importa? –Respondió Aragorn – ¿conozco yo acaso a esa gente, Y es preciso que pierda a uno por salvar a otro? Por vida mía ente el culpable y la víctima no sé a quién dar preferencia –con claro tono irónico
-¡pero yo! –Grito Celestia fuera de si – ¡yo me enamore de ti y no quiero que nada malo te pase! –al instante se tapó la boca con la esperanza que no escuchara, pero la mirada de asombro de Aragorn le decía otra cosa
-que…– exclamo anonadado
-lo que escuchaste Aragorn –armándose de valor –yo me enamore de ti –bajo la cabeza –puedes creer que no sé lo que sientes, pero lo sé –su expresión se tornó triste – cada día, y cada noche sentía envidia y dolor, envidia porque nunca podría tener la gracia de alguien a mi lado, y dolor por que la única que me comprendía por mi culpa estuvo encerrada –alzo la vista a la ventana y a la ciudad –pero aquí…Aragorn estoy dispuesta a arriesgarme, a saber lo que se siente amar
-no…no tengo nada que cambie mi deseo – pero Celestia solo lo observo con ternura – ¡deja de mirarme con esos ojos, déjame conservar mi ira! –Pero Celestia solo lloro abrazándolo con fuerza – ¿Celestia….?
-déjame entrar en tu corazón, déjame cambiar tu odio –alzo la mirada hacia el rostro de Aragorn –yo sé lo que es vivir en soledad, y sufrir dejando a un lado mis deseos por servir a otros – sorpresivamente la princesa Celestia sostuvo con sus pesuñas la cara de Aragorn dándole un profundo y fugaz beso en los labios – solo por una vez, déjame olvidar lo que soy
-pero…
-mírame y dímelo ¿me dejaras entrar en tu corazón? –el momento fue fugas pero profundo, no pudo más y sin más ella se apartó con tristeza dándose la media vuelta, pero Aragorn sorpresivamente la tomo de la muñeca haciéndola voltearse –Aragorn …yo no sé qué me paso, yo…
-¿estas segura que quieres intentarlo? –una ligera sonrisa salió de sus labios a la vez que le acariciaba la mejilla– solo te aviso que esto no cambiara nada, pero mientras no vea al rey, todo bien, si –con ello la abrazo con delicadeza,
-Una sola palabra es capaz de cambiar muchas cosas –dijo estando frente a él–expresiones, sonrisas, miradas, abrazos, besos, caricias, en fin con una sola palabra tu puedes llegar al cielo o simplemente hundirte en lo más profundo de la tierra, Por tal razón solo tengo una palabra que compartir...eres especial… –se mantuvieron así sin saber cuánto tiempo, hasta que le cansancio de Aragorn finalmente lo calmo, Celestia uso su magia para quitar las cobijas y con cuidado lo acomodo en la cama para cubrirlo con cuidado, a punto estaba por irse
-Celestia –escucho desde la cama, ahí estaba Aragorn que miraba al techo –no me dejes, por favor –quiso dudar pero recordó que alguna vez su hermana le había pedido lo mismo, pero ella se negó, con determinación no iba a dejar que volviera a pasar
-está bien –se acostó a su lado dejado que la abrazara y colocando su cabeza en el pecho de Aragron, dejándola escuchar los latidos ligeros pausados de su corazón –duerme ya, yo estoy aquí cuidando tus sueños
-sabes, esas eran las mismas palabras que me decía mi mamá cuando tenía pesadillas –sonrió cerrando sus ojos ante la mirada compasiva y maternal de Celestia –buenas noches Celestia
-ahora entiendo por qué Faramir puso su esperanzas en mi –comenzó a jugar con sus cabellos y lentamente se durmió arrullada por los latidos de un corazón que se negaba a parar –por mucho tiempo me negué a mi corazón, pero ya no lo haré, no perderé esta oportunidad
En la otra habitación Xerneas se levantó sin llamar la atención de Faramir que dormía en la cama adjunta, respiro para mirar por un leve ínstate la ventana y sin pensar si quiera salto de ella en un espectacular salto, cayendo de pie en el pasto del jardín
-veo que no soy el único que no puede dormir -exclamo una sombra detrás de él, pero Xerneas no le presto caso –eres acaso un acróbata, ni los ciervos son capaces de saltar desde tan alto
-quien eres extraño que deambula ante la luna como un espectro –exclamo de pie a un lado del camino de piedra – puedo sentir la confusión que camina a tu lado
-tu vienes con Aragorn –el ciervo negro-azul asintió caminado a un grupo de árboles – dime ¿el que planea pedirle a Asuna? –con total nerviosismo contemplo como él se giró con total tranquilidad
-acaso te interesa lo que ni yo se responderte –dijo Xerneas –pero por que no se lo preguntas tu personalmente, ya que no es lo único que te mantiene lejos del mundo de Cresselia, provocando tu andar nocturno
-¿Cresse…quién? Debe ser algún dios pagano de tus tierras –suspiro lentamente –pero tenía la esperanza que tú supieras, pero veo que no….sabes, no eres el primero en decirme que hable con el
-tal vez te lo dicen por qué es lo correcto – sin más volvió a saltar subiendo a la cima de la muralla que lo separaba del pueblo –es hora que tomes tus responsabilidades, Rey de Lauren –cruzo la reja dejando la pony rojo inexpresivo, una vez del otro lado Xerneas camino hacia la entrada principal de la ciudad cerro sus ojos –visión de aura – en segundos paso las montañas valles, ríos y bosques hasta llegar a su destino, un campamento militar muy lejos al otro lado de las montañas
¿habrá tonado la mejor decisión? no tengo idea, me disculpo si le capitulo no salio como muchos esperaban, y también por los posibles errores ortográficos que se me escaparon, pero pienso poner un papel mas protagonico a Xerneas en el próximo, por favor dejenme sus reviews, que de ellos subsistimos, de antemano gracias por seguir leyendo esta historia