Lluvia de Sangre Azul

- Si un poco más – se decía así mismo el creador de pesadillas – un poco de esencia de fuego – decía mientras arrojaba un frasco dentro de un caldo – algo de esencia oscura no estaría mal – dijo mientras buscaba entre los cientos de frascos de un enorme estante.

Su nombre nadie lo sabía y su rostro menos aún, ya que él siempre portaba una capucha que le cubría la cara y un manto que le cubría el cuerpo. Su manto era color café claro, y su manto tenía dos líenas marcadas con un café más oscuro las cuales empezaban en sus hombros y terminaban en sus pies. Los bordes de la capucha eran de color rojo fuerte al igual que los bordes de sus mangas. No se podían ver sus manos ya que la túnica las cubría completamente, lo único que se veían eran lazos hechos de fuego que eran más largos que su propio cuerpo y con estos podía alcanzar los diferentes recipientes que usaba para hacer su trabajo.

El lugar donde habitaba era un castillo olvidado en medio de un volcán inactivo, los antiguos senderos de fuego que antes recorrieran el relieve ahora solo eran roca, el antes orgulloso cráter del cual salía el rojizo líquido, ahora estaba en silencio y en medio del cráter estaba eregia la casa del creador de pesadillas. Vivía en soledad absoluta para que nadie lo distrajera de su trabajo y para que nadie supiese de los retorcidos experimentos que hacía, más que un castillo parecía una casa de tortura, donde las cadenas y las pues ensangrentadas abundaban como el nauseabundo aroma a muerte y descomposición.

El joven creador de pesadillas fue de los mejores, entró a la academia donde rápidamente supero a sus maestros y creó su primera pesadilla el segundo día de clases. Durante la prueba fue el primero en salir victorioso y creaba todo tipo de pesadillas a escondidas de su profesor al cual también lo termino convirtiendo en pesadilla. El joven creador de pesadillas se la pasaba estudiando y experimentando, le excitaba la idea de juntar un par de cosas y formar otra, convertir el eso en esto. Era de esperarse que fuera un solitario, pero todos necesitan a alguien, alguien a quien llamar amigo y ese alguien llego en la forma de Serán, otro creador de pesadillas. Se les podía ver juntos casi siempre, ambos experimentando. Una vez que se graduaron ambos sirvieron en el ejército creando todo tipo de pesadillas de increíble poder. El joven creador de pesadillas que lo llamaban por el nombre de Hassall, pronto gano cierta fama debido a su gran control de las esencias y su control sobre estas y por consiguiente de las pesadillas.

Ambos creadores de pesadillas eran excepcionales, se dice incluso que crearon monturas de pesadillas para los grandes señores del mal e incluso de un emperador abismal. Uno de los señores arcanos del mal vio un tremendo potencial en Hassall y le dio un lugar donde podía experimentar libremente y le ofreció todas las esencias que este pidiese.

Con el paso del tiempo Hassall se fue apartando cada vez más de todos los que le rodeaban, se pasaba días enteros sin dormir creando y controlando pesadillas, y al único que tenía a su lado era a su amigo Serán. Un día decidió que era tiempo, que ya era hora de que dejara su huella en la historia, de dejar su legado, de crear las pesadillas más poderosas que jamás haya sido creada y domesticada, para esto se mudó a un viejo volcán y construyo un castillo. Dentro del castillo solo eran él, las esencias y su viejo amigo. Cada día creaban algo distinto e increíblemente poderoso, pero cuando Hassall veía su obra terminaba, la destruía pensando que no era suficiente. Y así fue hasta que un día.

- Veamos ¿Dónde estaba esencia oscura? – dijo mientras buscaba ese frasco con sus enormes látigos de fuego - ... aquí estas – dijo tomando uno de los frascos con los látigos y trayéndolo hacia su mano y luego lo deposito dentro del caldo – ahora el último ingrediente – dijo mientras se daba la vuelta observando a un figura parecida a él, pero esta vestía un manto azul, con la línea que empezaba en sus hombros y llegaba a sus pies color negro, y los bordes de su capucha y de su manga eran de color violeta. Este estaba encadenado y se podían ver grandes manchas de sangre seca en toda su túnica.
- Detén esta locura Hassall – dijo Serán el cual agonizaba – esta no es la forma.
- Sabes, la razón de que no consiguiera mi cometido de crear mi más grande logro es que faltaba algo, una cosa, una cosa muy poderosa y pensé ¿Dónde puedo sacar una esencia con tanto poder? Y entonces te vi a ti. Un poderoso creador de pesadillas no había nada mejor.
- Estas demente Hassall, ¿y si esto no funciona?
- Al menos habrá sido un gran experimento – en ese momento uno de los latigos se metió dentro de la carne de Serán y extrajo la esencia de este – sí, esto servirá – Hassall puso la esenciad entro del caldo y agrego otras esencias más, poco después el caldo se materializó en una pesadilla unicorne de fuego azul. Pero su azul no era normal, era un azul muy brillante y sus ojos eran del mismo color. Hassall observó por un momento su creación y se maravilló – esta es – dijo con alegría – esta es mi más grande obra por la que seré recordado – Hassall acercó su mano y toco a la creatura la cual se sintió cómoda con él, Hassall se llenó de confianza y monto a la creatura, el fuego de esta no lo quemaba, pero por dentro sentía como si se quemara por dentro – siiii, puedo sentir el poder que emana de ti, contigo seré el más poderoso de todos los creadores de pesadillas.

Y así fue Hassall se convirtió en un poderoso guerrero y se contaron leyendas acerca de sus proezas. Hassall jamás volvió a crear otra pesadilla, consentía mucha a la que había creado al grado de ponerle nombre, su montura se llamaría Blue Mist y este nombre causaría gran terror a los que se atrevieran a pronunciarla. Cada vez que se escuchaba su galope sabía que la muerte se acercaba. Hassall y Blue Mist eran inseparables, se cuidaban mutuamente y Hassall lo comenzó a llamar amigo. Aprendió que Blue Mis solo se alimentaba de la sangre de equinos que él mismo cazaba. Un día Hassall le arrebató a un gran señor del mal una de las llaves interplanares, este luego huyó del lugar porque un ejército de soldados de las tres órdenes de caballería los estaban persiguiendo. Hassall usó la llave la cual abrió un portal y ambos atravesaron el portal el cual se cerró después de que estos lo terminaron de pasar.

Blue Mist fue el primero en despertar, este vio a su jinete y se acercó a él, y comenzó a frotar su hocico con el cuerpo de Hassall con el objetivo que su jinete se levantara. Pero un sonido hizo que Blue Mist volteara para ver qué pasaba, buscó la fuente del sonido y pudo ver a una pequeña potra jugando y riendo con una pelota en un campo abierto. Blue Mist recordó que llevaba mucho tiempo sin comer, así que se abalanzo a toda velocidad sobre la indefensa potra la cual no pudo reaccionar hasta que fue muy tarde, los colmillos de Blue Mist ya estaban en su cuello. Blue Mist regreso a donde estaba Hassall con la potra entre los dientes, Hassall recupero al conciencia y se levantó y pudo a ver a su montura la cual soltó a su presa y acaricio con su hocico a su jinete. Hassall luego observo a la presa que Blue Mist había conseguido, era una pequeña potrilla, de color gris y con melena y crin color plateado, lo extraño de este espécimen es que portaba unos anteojos color celeste y una cadena del mismo color y tenía una extraña marca en sus flancos en forma de una cuchara de plata.

Blue Mist volvio a escuchar un sonido y busco de nuevo su origen, pero esta vez Hassall iba tras de este también. Blue Mist volvió al mismo lugar donde encontró a esa desafortunada potrilla, y en este se encontraba otra potrilla pero esta era de color rosado con melena y cola color lila y una que cortaba su cola y crin de manera longitudinal de color blanco y esta llevaba puesta una tiara y la marca en su flanco era igual a esa tiara. Blue Mist se preparó para atrapar a otra presa, pero Hassall tomo sus riendas y le hizo una señal para que esperase.

Ambos observaban como la otra potrilla miraba hacia todos lados como buscando algo, y se podían escuchar sonidos saliendo de su boca.

- ¿Silver Spoon? – Dice la potra -¿Silver Spoon? ¿Dónde estás? ¡Esto no es gracioso!

Al oír esto Hassall se sorprendió, pero Blue Mist no pudo más y arremetió contra la potra, la cual pudo verlo y esta dio un gran grito, y salió corriendo, pero no llego lejos y Blue Mist la atrapo también y mordió con fuerza su cuello lo que impidió que la potra siguiera respirando y murió asfixiada y desangrada en poco tiempo. Hassall por su parte solo observaba como otra potra era devorada por Blue Mist. No le puso importancia a esto, ya estaba acostumbrado a ver como Blue Mist devoraba todo tipo de Equinos. Hassall ponía mas atención a los extraños seres que su montura había devorado, Hassall tomó a la potra rosa ya muerta y la puso al lado de la otra, la de color gris. Observo a ambas por un momento, pero no fue capaz de identificar a estos seres.

Comenzaba a hacerse tarde y Hassall decido dormir en el bosque, en donde comió lo que quedo de los potrillas. Al día siguiente Hassall se levantó temprano y se percató de que estaba rodeado de magia, esa tierra estaba llena de magia, Hassall comenzó a extraer esencias de todo lo que podía, estaba fascinado de todo lo que podía obtener, tantas esencias, tan diferentes, fue como volver a su primer amor. En poco tiempo ya estaba creando nuevas pesadillas las cuales a pesar de ser variadas y poderosas no se comparaban con Blue Mist y esta las devoraba después de que Hassall las creara. Fue cuestión de tiempo antes de que Hassall decidiera que era tiempo de buscar nuevas esencias y emprendió un viaje que no duro mucho, cerca de donde estaba había un pueblo lleno de estos extraños seres equinos de baja estatura. Todos de distintos colores y formas, algunos con cuernos, otros con alas y otros sin nada en especial. Hassall encontró muy interesantes a estos especímenes y le ordeno a Blue Mist conseguir un espécimen vivo.

En un momento dado, había muy pocos ponis en las calles del poblado, la mayoría ya estaba en sus hogares. Blue Mist vio su oportunidad y comenzó caminar por las calles del poblado mezclándose con las sombras, el pobre poni no sabía que su muerte estaba cerca, este de repente sintió un extraño frio en su cuerpo y volteo a ver atrás y no vio nada entonces siguió su camino, Sintió como algo se acercó a su cuello y de nuevo volteo a ver atrás y aun no vio nada, regreso su cabeza al lugar de origen y pudo ver a la enorme pesadillas frente a él y antes de poder gritar la pesadilla puso sus labios en los de este de una mordida le arranco la lengua y luego de haberlo silenciado mordió su cuello y llevo al poni a su amo el cual se apresuró a tomar su esencia y experimentar con ella, mientras su montura decidió esperar a la noche para buscar unos bocadillos.

Y la luna fue testigo de los horrores que tuvieron lugar. Blue Mist era experta en ocultarse entre las sombras y caber en pequeños lugares, una potra duerme tranquilamente en su cama, y escucha un ruido de su armario, este va hacia él y encuentra a una unicornio de melena color azul y antes de poder gritar esta la muerde en el cuello y luego la deja caer como si de basura se tratase. Dos ponis duermen en una cama. El esposo se levanta para ir al baño más tarde no regresa su esposa preocupada lo busca solo para encontrar a su marido muerto en medio de la sala. En las calles solo se ve una sombra pasar de un lado a otro y hay de aquel que este en su camino y más hay de aquel que esta bestia decida llevar a su maestro, en donde sufrirá mucho más. Y si esto pasa ten por seguro que serás una pesadilla y luego serás devorado por la que te secuestro, así que de una u otra forma terminaras siendo devorado.

Al día siguiente solo se encontraron los cuerpos de algunos sin nada de sangre en su sistema y otros que hasta el día de hoy se encuentran desaparecidos. Y al parecer Hassall estuvo ocupado, logró conseguir hacer otras pesadillas idénticas a Blue Mist a partir de la combinación de esencia de unicornio y Pegaso con algo de esencia de fuego y un poco de hielo del norte. Así que cuando escuches esas historias infantiles de monstruos y bestias al menos sabes que todas provienen del mismo monstruo. Nunca estés solo de noche, nunca duermas solo, ten un arma en mano, si sientes un escalofrió en tu cuerpo corre y ocúltate en un lugar con muchos ponis, y más importante que todo, si te lleva donde su maestro cierra los ojos, aprieta los dientes y prepárate.

Gracias por leer, si no entienden algo me avisan, acepto críticas, sugerencias, dinero, cartas explosivas, etc.

Bueno lectores, aquí terminamos, sin embargo, la historia no está completa, porque, todos los días hay un nuevo Creepypasta, que si bien yo no lo he descubierto, ustedes pueden ayudarme dándome consejos acerca de algún Creepypasta del que ustedes sepan, y bueno, eso es todo por hoy, hasta pronto, supongo…